Cuando una pareja decide tener un bebé, el proceso de búsqueda puede
llevar un tiempo. Pero si pasan varios meses y los intentos fallan, es
común que empiecen a preguntarse si algo está funcionando mal. Los
primeros pasos en el tratamiento.
La demora en lograr un embarazo puede deberse, en algunos casos, a
factores temporales -estrés, toma de algún medicamento, etc.- y, otras
veces, a problemas de fertilidad provocados por la edad de la mujer y
del hombre o por factores externos.
Pero, ¿cómo saber cuándo debemos acudir a un especialista? El momento de hacer una consulta es cuando:
* Los miembros de la pareja tienen menos de 35 años y llevan casi un año tratando de lograr el embarazo.
* Tienen más de 35 años y están intentando hace seis meses.
En
esta instancia las parejas empiezan a hacer preguntas sobre dónde ir,
cómo hacerlo, qué tener en cuenta y, por sobre todo, en qué consiste un
tratamiento de fertilización asistida.
Es habitual recibir recomendaciones de familiares y amigos, buscar en
Internet opiniones de otras parejas y averiguar sobre diferentes centros
y técnicas. Pero las preguntas crecen y, con ellas, los temores.
Todo tratamiento de fertilización asistida conlleva una serie de pasos. Conocerlos puede ayudar a hacer una mejor elección.
1. Consultar al médico
Ir
al especialista cuando ha pasado un tiempo y no es posible concebir.
Luego de una serie de preguntas y estudios, determinará si es necesario
(o no) recurrir a un tratamiento de fertilización asistida.
2. Elegir el centro de fertilidad asistida
Esta es, tal vez, la tarea más estresante para la pareja. Muchas veces
es el propio médico quien recomienda un centro pero, en otros casos, la
pareja puede hacerlo por sí misma. Lo importante es elegir un lugar
donde ambos se sientan seguros y contenidos, ya que tendrán que estar en
contacto con el equipo médico durante los meses que dura el
tratamiento.
3. Encontrar la causa de la infertilidad
Al
llegar a la primera consulta con el médico, éste solicita exámenes
tanto al hombre como a la mujer y el historial médico. A partir de ahí
ordena pruebas especializadas para determinar cuál es la causa de la
infertilidad. De esto dependerá el tipo de tratamiento que la pareja
debe realizar.
4. Definir el tratamiento
Con
los resultados de los primeros estudios, el médico define el
tratamiento adecuado para la pareja. Puede ser la estimulación de la
ovulación, para que el cuerpo de la mujer libere más óvulos y aumenten
las posibilidades de lograr la fecundación; la inseminación
intrauterina, en donde los espermatozoides del hombre son colocados en
el cuerpo de la mujer; y la fertilización in vitro, que consiste en
poner en contacto directo óvulos y espermatozoides en laboratorio para,
una vez fecundado, transferir los embriones en el útero. Cuando la mujer
es mayor de 45 años, otra opción es la ovodonación.
5. Hacer un seguimiento
Para
asegurarse de que todo el proceso se está realizando en forma correcta,
el médico y su grupo de especialistas deberán seguir el día a día de la
pareja. El apoyo de un cuerpo de psicólogos, que por lo general trabaja
en los centros de fertilidad, ayuda a bajar los niveles de ansiedad y
estrés. Una vez que el tratamiento tiene éxito, la pareja sigue su
embarazo de forma normal, con su médico obstetra.
con información de entremujeres.com
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