Las mujeres durante el embarazo suelen engordar una media de unos 14 ó
15 kilos. Dependiendo de este aumento de peso las zonas afectadas pueden
variar; si no se ha producido un gran aumento se notará sobre todo en
el abdomen y en las mamas, pero, si por el contrario, el aumento ha sido
considerable, se extenderá a otras zonas del cuerpo.
Durante el embarazo no debe preocuparte tanto el que engordes, es
normal. Lo importante es que lleves una buena alimentación para
proporcionar todos los nutrientes que tu bebé necesita para
desarrollarse. Una dieta rica debería contener principalmente proteínas,
hierro, calcio y vitaminas durante el periodo que estés amamantando a
tu hijo. Ya tendrás tiempo de recuperar tu figura tras el parto.
Ejercicio moderado y progresivo
Los primeros meses de posparto no puedes realizar grandes esfuerzos
porque, como es lógico, la debilidad en tu cuerpo es mucha, pero si que
puedes empezar a hacer algunas prácticas que no suponen demasiado
esfuerzo y poco a poco ir recuperando, en la medida de lo posible, la
figura. Teniendo en cuenta, eso sí, antes de comenzar a hacer ningún tipo de ejercicio ha de pasar un mes
si has tenido un parto normal y mes y medio si te han tenido que hacer
una cesárea, aunque es preciso que hables con tu médico porque cada caso
es un mundo.
Para empezar, puedes probar a hacer unos sencillos ejercicios de forma relajada. Una buena idea es salir a caminar todos los días media hora o comenzar a hacer abdominales poco a poco, sin forzar en exceso, e ir aumentando progresivamente las series de 3 a 5 con 20 abdominales por serie.
Pero si aún no te encuentras con ganas de hacer esfuerzos, prueba
ejercicios más relajados. Intenta colocarte tumbada boca arriba y con
las rodillas flexionadas sobre tu pecho contraer el abdomen y girar las
rodillas a derecha e izquierda. También puedes tumbarte y simular que
estás andando en bicicleta.
Este ejercicio moderado pasados los meses de reposo, no sólo te ayudará
a recuperar la figura que tenías antes sino que te ayuda a recuperar la
fortaleza y capacidad de resistencia que tenias previamente a quedarte
embarazada.
Por otro lado, recobrar la figura no sólo lo conseguirás a través del
ejercicio porque, aunque no lo parezca, el dar de mamar a tu hijo te
ayuda a perder peso y recuperar el anterior con mayor rapidez y
naturalidad, además de proteger la salud de tu hijo ya que le previenes
de infecciones, alergias etc. El hecho de amamantar a tu bebé hace que
pierdas mucha energía y mucha de ésta proviene de las grasas que has ido
adquiriendo durante el embarazo.
Factores que afectan a la recuperación del abdomen plano
En primer lugar, si estas amamantando a tu hijo es factible que la tripa
no reduzca en exceso su tamaño porque es precisamente en la parte
superior de ésta donde se albergan grasas para la producción de la
leche.
En gran medida, la recuperación del abdomen plano depende de la
predisposición genética y hormonal de la madre, por lo que no debe
preocuparte el hecho de que tardes un poco más que otras madres en
recuperar tu silueta. De hecho, en algunas ocasiones se puede tardar
hasta un año en volver a tener más o menos la misma figura que antes del
embarazo. El cambio en el cuerpo después del embarazo es muy grande y
la recuperación de la figura lenta, por este motivo tómatelo con
tranquilidad y optimismo.
Con información de hola.com
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