Por lo anterior es importante vigilar siempre el estado de las heces de nuestros hijos, que sean suaves y su abdomen esté blando, en caso contrario hay que llamar al médico.
Es importante señalar que nacemos sin saber pujar, el ano necesita relajarse para que cuando baje la evacuación ésta pueda eliminarse adecuadamente. Durante el primer mes de vida evacuar es un acto reflejo del intestino que va desapareciendo hacia el primer mes de vida y a partir de ese momento el bebé debe de aprender a "pujar" por si mismo.
A algunos pequeños el acto de pujar les cuesta mucho y en lugar de relajar el ano lo aprietan impidiendo la evacuación. Lo importante es que no pasen muchos días sin que tu bebé haga popo, los pediatras refieren que 36 a 48 horas sería el límite para ayudar al bebé a eliminar las heces.
Hay teorías a favor y en contra de la utilización de la "estimulación" como medio para que el bebé evacue. La realidad es que más vale "fuera que dentro", si tu ves a tu pequeño alterado o irritable, inapetente y no ha ido al baño en 1 ó 2 días te recomiendo estimularlo con un supositorio de glicerina para bebé. Unicamente debes introducir la puntita del supositorio, jamás lo metas todo!! Sólo la punta y sácalo y mételo lentamente del anito hasta que el bebé consiga evacuar. Evita utilizar cualquier otro objeto como termómetros, pues podrías causarle una lesión.
La inmadurez de saber pujar debe corregirse a los 3 meses de vida, la utilización del supositorio debe hacerse esporádicamente para que no se acostumbre a usarlo y si una vez cumplido este término el bebé aún no regulariza su intestino es necesario comentarlo con su pediatra para que le administre algún laxante.
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